Análisis de Steel Seed – Un futuro oscuro donde el sigilo es la única salida

En un mundo devastado por una catástrofe que ha dejado la superficie terrestre inhabitable, Steel Seed nos transporta a un entorno postapocalíptico donde las máquinas han asumido el control de los últimos vestigios de la humanidad. Este escenario subterráneo es el hogar de Zoe, una protagonista ágil y decidida, que junto a su fiel dron Koby, se embarca en una misión para desentrañar qué ocurrió con los humanos que alguna vez habitaron la Tierra.

Una narrativa que queda en segundo plano

Aunque la premisa es interesante, la historia no es el foco principal del juego. El desarrollo narrativo se limita en gran medida a momentos puntuales y a la lectura de entradas de diario esparcidas por el mundo. Esto puede resultar decepcionante para quienes buscan una experiencia profundamente argumental, aunque también puede verse como una ventaja para quienes prefieren una jugabilidad más directa y centrada en la acción.

El sigilo como piedra angular

El corazón de Steel Seed está claramente en el sigilo. La jugabilidad gira en torno a evitar ser detectado, moverse con precisión y eliminar enemigos silenciosamente. Zoe puede agacharse para reducir su visibilidad y aprovecharse del entorno para sorprender a sus oponentes. El diseño de niveles favorece este enfoque, con múltiples rutas de aproximación y herramientas como cebos para manipular la IA enemiga.

El sigilo es tenso y satisfactorio, con mecánicas familiares para veteranos del género. No obstante, quienes busquen un ritmo más acelerado o mecánicas innovadoras podrían encontrar la experiencia algo predecible con el paso de las horas.

Una jugabilidad sólida con matices

El control de Zoe es uno de los puntos más pulidos del juego. Su movimiento es rápido, receptivo y los segmentos de parkour se sienten ágiles, aunque no llegan a ser protagonistas. El sistema de combate, por otro lado, es complementario: funcional pero no tan robusto como el sigilo. Zoe puede ejecutar combos, esquivar ataques y usar habilidades desbloqueables, pero su fragilidad refuerza que enfrentarse directamente a múltiples enemigos no siempre es la mejor opción.

Aquí entra en juego Koby, el dron que acompaña a Zoe. Además de servir como apoyo en combate, puede aturdir enemigos y ofrecer funciones de rastreo, ampliando las posibilidades tácticas durante las misiones.

Sistema de progresión simple pero efectivo

Uno de los elementos más gratificantes es el sistema de habilidades, que gira en torno al recurso glitch obtenido al saquear enemigos. A través de un árbol de habilidades compacto pero bien diseñado, el jugador puede desbloquear mejoras que afectan tanto al combate como al sigilo. Algunas habilidades permiten nuevas formas de eliminar enemigos, mejorar la movilidad o potenciar a Koby. También existen desafíos específicos que incentivan un estilo de juego más variado.

Diseño de enemigos: calidad sobre cantidad

Aquí encontramos uno de los puntos más polémicos de Steel Seed. Durante las primeras horas, los enemigos que enfrentamos son principalmente robots patrulla, y la variedad no mejora demasiado a lo largo de la campaña. Las peleas contra jefes son escasas, aunque esto se justifica parcialmente por el enfoque centrado en el sigilo.

La inteligencia artificial es competente dentro de sus limitaciones, y se percibe un esfuerzo por priorizar la calidad del diseño antes que la cantidad. Sin embargo, esto no evita que algunos enfrentamientos se tornen repetitivos con el paso del tiempo.

Un apartado visual con luces y sombras

Gráficamente, Steel Seed logra establecer una atmósfera opresiva y coherente con su tono postapocalíptico. Sin embargo, el exceso de oscuridad en algunos entornos puede afectar la experiencia, incluso con el brillo al máximo. Esta elección estética, si bien contribuye al ambiente, también dificulta la visibilidad durante el combate o la exploración en ciertas zonas.

Además, en una ocasión puntual durante nuestra prueba, el juego presentó un error técnico que provocó que Zoe cayera al vacío y reapareciera en otra parte del mapa. Afortunadamente, fuera de este incidente, el rendimiento general fue estable y sin fallos graves.

Una experiencia lineal y contenida

Steel Seed no es un juego de mundo abierto, ni pretende serlo. Su estructura es lineal, lo que permite una experiencia más dirigida y centrada, ideal para quienes prefieren una narrativa sin distracciones. La duración total de la campaña oscila entre 12 y 15 horas, lo cual se siente adecuado para su propuesta.

Si bien algunos jugadores podrían haber deseado más enfrentamientos con jefes o una historia más profunda, la propuesta del juego se mantiene fiel a su premisa: un viaje tenso, estratégico y centrado en el sigilo.

Conclusión

Steel Seed es un título que sabe lo que quiere ser. No es revolucionario, pero cumple con creces en su propuesta de ofrecer una aventura de sigilo en un mundo postapocalíptico. Su sistema de habilidades, el diseño de niveles y la tensión constante durante las misiones lo convierten en una experiencia recomendable para quienes disfrutan del género. Eso sí, si buscas un juego con mucha acción, narrativa profunda o gran variedad de enemigos, este no será el más indicado.

Nota:7


Este análisis se realizó en Xbox Series S con un código suministrado por keymailer.co.

No te olvides de seguirnos:

También Te Puede Interesar:

Por Game Over Pnx

Game Over Pnx es tu portal definitivo para todo lo relacionado con los videojuegos. Descubre las últimas noticias de tus juegos favoritos de PC, PS5, PS4, Xbox, Nintendo Switch, Android y más plataformas.

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *