Death Howl nos sumerge en una aventura única que combina la construcción de mazos con el inconfundible desafío de un soulslike. En esta historia ambientada en la Escandinavia prehistórica, una madre se adentra en el mundo espiritual para recuperar a su hijo, ahora convertido en un ciervo. Para lograrlo, deberá enfrentarse a espíritus hostiles en un bosque etéreo donde la estrategia y la planificación son clave.
Estrategia y combate por turnos
El corazón de Death Howl está en sus combates tácticos. A medida que exploras el mundo, los caminos bloqueados por enemigos te obligarán a entrar en intensas batallas estratégicas por turnos. En cada enfrentamiento, dispones de cinco puntos de energía por turno y un mazo de cartas que determinan tus acciones, desde ataques básicos hasta habilidades defensivas. Sin embargo, moverte por el tablero también consume energía, lo que añade una capa de gestión de recursos que puede significar la diferencia entre la victoria y la derrota.
Cada enemigo tiene patrones de ataque únicos que exigen una observación minuciosa. Por ejemplo, los pájaros disparan proyectiles en línea recta, mientras que los jabalíes cargan con fuerza devastadora si tienen suficiente espacio. Aprender estas mecánicas es esencial, ya que no hay opción para deshacer movimientos, y un error de cálculo puede costarte caro.
El progreso del jugador, no del personaje
Al igual que en los soulslike clásicos, la verdadera progresión en Death Howl no proviene de simplemente mejorar estadísticas, sino de la experiencia adquirida en combate. Al principio, cada nuevo enemigo puede parecer un muro infranqueable, pero con el tiempo, los jugadores aprenden a esquivar ataques, posicionarse mejor y aprovechar las cartas adecuadas en el momento preciso. Esta sensación de superación es uno de los mayores logros del juego.
El sistema de curación y reaparición también juega con la estrategia. Descansar en un círculo de piedra restaurará tu salud, pero hará que los enemigos reaparezcan, bloqueando los caminos previamente despejados. Además, la posibilidad de teletransportarse entre estos puntos permite decidir qué batallas enfrentar primero, en función de los recursos disponibles.
Una exploración inteligente y una dificultad bien medida
Aunque Death Howl no tiene la amplitud de los mundos interconectados de FromSoftware, utiliza su diseño de niveles de manera efectiva. La forma en que los enemigos bloquean el progreso obliga a los jugadores a tomar decisiones calculadas sobre cuándo avanzar y cuándo retroceder. La muerte no significa perder todo el progreso; en su lugar, reapareces justo antes de la pelea que te derrotó, permitiéndote experimentar nuevas estrategias sin una penalización excesiva.
Las misiones secundarias también aportan variaciones interesantes. Por ejemplo, encontrar un pájaro azul extraviado y devolverlo a su árbol favorito supone un reto adicional, ya que su carta actúa como una maldición en el mazo. Si no se juega correctamente antes de finalizar el turno, puede revivir a un enemigo aleatorio, forzando a los jugadores a repensar su estrategia en medio del combate.
Death Howl logra lo que parecía imposible: fusionar la tensión de los soulslike con la estrategia de los juegos de construcción de mazos en un sistema de combate que premia la paciencia, la observación y la adaptación. Su ritmo pausado y su nivel de dificultad pueden no ser para todos, pero aquellos que disfruten de un buen desafío encontrarán en este título una experiencia absorbente y única.
Por ahora, el juego cuenta con una demo gratuita en Steam, aunque su fecha de lanzamiento aún no ha sido confirmada. Si te atrae la idea de un soulslike táctico con mecánicas de cartas innovadoras, Death Howl debería estar en tu radar.
Impresiones realizadas con un código proporcionado por Keymailer.co.
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