Dynasty Warriors: Origins marca un nuevo comienzo para la legendaria franquicia musou. Este reinicio no solo reimagina los eventos de los Tres Reinos desde un punto de vista más íntimo y narrativo, sino que también incorpora mecánicas que equilibran las expectativas de los jugadores veteranos y los nuevos.
El enfoque en un protagonista sin nombre con amnesia no solo simplifica el ingreso de nuevos jugadores, sino que también le da al título una atmósfera de misterio y descubrimiento. Aunque este recurso puede considerarse un cliché en los JRPG, aquí se utiliza eficazmente como una herramienta para explorar las dinámicas de los personajes y los eventos históricos que dieron forma a esta era.
Historia y narrativa: un giro más personal
El juego introduce una narrativa más íntima en comparación con sus predecesores. Al inicio, la caída de la dinastía Han y el Levantamiento de los Turbantes Amarillos sientan las bases de una experiencia más cargada emocionalmente. Las decisiones narrativas a partir del capítulo 3, donde el jugador elige entre los tres reinos principales (Liu Bei, Cao Cao y Sun Jian), amplían la rejugabilidad al ofrecer rutas únicas, cada una con alrededor de 20 horas de contenido.
El sistema de vínculos, aunque limitado en opciones de interacción, añade profundidad a los personajes secundarios. Esto refuerza la conexión emocional del jugador con figuras históricas como Zhang Fei, cuya personalidad se desarrolla a través de diálogos y eventos de unión. Sin embargo, la falta de opciones significativas en este sistema deja la sensación de que podía haberse explotado más.
Jugabilidad: profundidad y estrategia con limitaciones
La jugabilidad se centra en el protagonista, quien puede manejar hasta nueve tipos de armas con estilos únicos y artes de combate específicas. Esto ofrece una buena variedad para experimentar diferentes enfoques en las batallas. El árbol de habilidades permite personalizar el estilo de combate, desde un tanque defensivo hasta un luchador ágil.
Un punto fuerte es la posibilidad de cambiar de arma en pleno combate, añadiendo una capa táctica al enfrentarse a diferentes tipos de enemigos. Sin embargo, la ausencia de un sistema de creación o personalización estética del protagonista se siente como una oportunidad desaprovechada, especialmente para un personaje con amnesia que podría haber servido como una hoja en blanco para los jugadores.
La mecánica de control de oficiales secundarios, aunque interesante, está limitada por el breve tiempo en que puedes utilizarlos. Si bien sus ataques devastadores son satisfactorios, su impacto se ve reducido por la falta de opciones estratégicas más profundas.
Batallas y desafíos: espectáculo con un toque frustrante
Como es típico en la serie, Dynasty Warriors: Origins mantiene las épicas batallas de 1 contra 1000. Sin embargo, el juego introduce elementos estratégicos, como la posibilidad de comandar pequeños escuadrones. Aunque estas mecánicas aportan frescura, su implementación es limitada, dejando al jugador deseando más opciones de comando y personalización.
El sistema de recreación de campos de batalla y puntos de control presenta problemas. La sobrescritura de puntos de control puede causar frustración, especialmente cuando el jugador se enfrenta a combates desesperados. Esto se agrava por la necesidad constante de salvar a compañeros oficiales en problemas, lo que puede romper el ritmo del juego.
Por otro lado, las turbas de enemigos son más desafiantes que nunca, ofreciendo una experiencia menos monótona en comparación con entregas anteriores. Esto se equilibra con la incapacidad de las tropas para interrumpir combos, lo que mantiene la fluidez del combate.
Mundo exterior y exploración
El mundo exterior actúa como un centro desde donde se accede a las batallas principales, escaramuzas, eventos de vínculo y ciudades. Aunque es funcional, carece de profundidad exploratoria. La recolección de materiales y la navegación entre provincias resultan simplistas, y la ausencia de una pestaña de provincias en el menú del mapa es un descuido notable.
Aspectos técnicos y presentación
La actuación de voz en inglés y japonés, junto con los diálogos escritos, añade un nivel de inmersión a los eventos y personajes. Visualmente, el juego logra capturar la escala de las batallas masivas, pero la repetitividad de algunos entornos y animaciones puede reducir el impacto a largo plazo.
Conclusión
Dynasty Warriors: Origins no solo es una puerta de entrada ideal para nuevos jugadores, sino también una propuesta sólida para los veteranos. Su enfoque narrativo más íntimo y la rejugabilidad basada en rutas lo colocan como una de las mejores entregas recientes de la serie. Aunque ciertos elementos, como el sistema de puntos de control y la personalización, podrían mejorar, la escala y el espectáculo inigualables del combate lo convierten en una experiencia memorable para los fans del género musou.
NOTA: 8
Este Análisis se realizó en PS5.
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