El género plataforma es uno que los desarrolladores indie tratan con mucho cuidado y cariño; desde Super Meatboy hasta Celeste se nota la majestuosidad y el compromiso con que su gente le ha dado vida a dichos títulos.
Sin embargo, hasta la fecha pocos se han atrevido a abarcar esos escenarios, sobre todo teniendo en cuenta la existencia de ambos titanes, pero hay intentos que valen más que la pena mencionar…
Estética y narrativa
En Symphonia nos adentramos a un mundo musical en el que 4 músicos dominaban en paz y armonía.
No obstante, el equilibrio se rompió, y es el trabajo de nuestro querido violinista y protagonista recuperar la orquesta y darle vida al reino nuevamente.
El viaje constará de escenarios repletos de instrumentos; vientos y cuerdas, percusiones y criaturas que harán de esta experiencia toda una odisea, sobre todo si agregamos las dichosas escenas de animación, que utilizan modelos artísticos como los mosaicos.
Jugabilidad
Nuestro violinista consta, por supuesto, con su violín, instrumento que nos servirá tanto para activar mecanismos como para movernos a través de los diversos escenarios.
El salto no es nuestra herramienta principal, puesto que el mismo violín nos permitirá elevarnos más alto, aferrarnos a estructuras, más adelante, suspenderse por pequeños periodos de tiempo.
Progresión
A mi gusto, el juego progresa un tanto lento, pero son todo cosa de gustos; desde la segunda mitad, se abre un gran abanico de posibilidades. Ya se nos otorgarán las habilidades de suspención en el aire (como mencioné anteriormente), o incluso teletransportarnos por diversos sectores del mapa, para así poder obtener la gran cantidad de coleccionables.
Dificultad
Sin duda no es un juego fácil, pero tampoco uno que te haga sudar como los titanes del mundo indie. Symphonia sin duda bebe de mecánicas en cuanto a Celeste se refiere, y me atrevería decir que el diseño de niveles no se aleja mucho del mítico Super Meatboy, pero, sin dudas, con una estética total y absolutamente diferente, rodeando lo cozy y alejándonos casi por totalidad de la violencia y los factores tensos, a menos que nos pongamos por objetivo completar el juego y sus coleccionables, que puede significar un verdadero dolor de cabeza.
Plataformas que se caen bajo nuestros pies, otras que se mueven en erráticas direcciones, trampas, corrientes de aire y un par de puzles son unas de las notas que componen la melodía de la dificultad del título.
Banda sonora
En cuanto a su OST, Symphonia se mantiene acorde a la línea clásica, jugando con siempre con los 4 instrumentos que portarán nuestro elenco principal: violín, flauta traversa, chello y trompeta.
En momentos de tensión la música sube su ritmo e intensidad, y en sus sectores más contemplativos apacigua sus matices, aportando más que óptimamente a una experiencia de juego muy bien ambientada e incluso épica en ocasiones.
Aún así, resulta un tanto decepcionante que, al tratarse de un mundo que gira en torno a la música orquestal, no incluyeran ningún tipo de desafío rítmico/sonoro en su jugabilidad, pues se decidieron por abarcara música desde lo estético y no desde lo jugable.
Conclusión
Sin duda es un título que bebe de los clásicos y que busca su lugar en el mundo indie y plataformero. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su durabilidad es bastante acotada (al rededor de unas 4 horas) y que no revoluciona en absoluto los conceptos de la industria ni del género.
Aún así, es un juego más que competente que goza el privilegio de haber aprendido e incluido mucho de grandes títulos, y que sin duda dejará una marca en más de algún jugador que aprecie lo contemplativo y los desafíos con una complejidad prudente.
NOTA: 7.5
Este análisis se realizó en Rog Ally. Agradecemos a la desarrolladora por enviarnos un codigo para realizar el análisis
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