La historia reciente de PlayStation, marcada por el fracaso rotundo de Concord y los despidos masivos en Bungie, ofrece una clara advertencia sobre los riesgos de apostar todo a los juegos como servicio. Mientras que Sony ha sido tradicionalmente líder en la industria gracias a sus juegos para un solo jugador de alto impacto, su reciente incursión en el territorio de los servicios en vivo AAA parece estar minando sus fortalezas fundamentales y alejándola de su esencia.
El fracaso de Concord, sumado a la cancelación del multijugador de The Last of Us y los problemas con Bungie, demuestran que, aunque los servicios en vivo prometen grandes retornos, son una empresa extremadamente volátil. A pesar de esta realidad, Sony sigue manteniendo una postura firme, con Hiroki Totoki reafirmando su compromiso con este modelo. Sin embargo, no es difícil argumentar que la compañía está enfrentando una encrucijada crítica: ¿deberían continuar invirtiendo en estos servicios en vivo o volver a centrarse en lo que los hizo destacar en primer lugar, es decir, las experiencias narrativas profundas y envolventes que caracterizan sus títulos más icónicos?
¿El declive de los juegos como servicio?
Concord no solo fue un fracaso, sino un símbolo de la burbuja que los juegos como servicio están comenzando a crear. Cuando este tipo de juegos son ejecutados de manera impecable, pueden generar enormes ingresos y fidelizar a una base de jugadores durante años, como lo ha hecho Destiny 2 o Fortnite. No obstante, esos éxitos son la excepción, no la regla. El enorme costo de desarrollar y mantener un juego como servicio, sumado a la feroz competencia en un mercado sobresaturado, significa que cualquier nuevo contendiente está condenado a luchar cuesta arriba.
PlayStation no necesita otro Concord o una réplica de lo que ya existe en el mercado. Los jugadores ya tienen sus opciones preferidas en juegos de servicio en vivo, lo que hace que cualquier nuevo intento de capturar esa audiencia sea, en el mejor de los casos, extremadamente difícil. Además, los ejemplos recientes demuestran que Sony ya ha perdido millones de dólares en apuestas fallidas. Entonces, ¿por qué no volver a lo que siempre les ha funcionado?
El éxito de los juegos de un solo jugador
Los títulos de un solo jugador de PlayStation, como Ghost of Tsushima, Horizon Zero Dawn y Spider-Man, han sido éxitos rotundos tanto en ventas como en críticas. Estos juegos, construidos sobre historias cautivadoras y experiencias inmersivas, representan lo mejor de lo que Sony sabe hacer. Juegos como Astro Bot, que alcanzó un éxito masivo, demuestran que aún existe un apetito voraz por títulos de calidad que no dependan de un componente en línea para su éxito.
Los datos también lo confirman. Si se observan los juegos más vendidos en las consolas de Sony, los títulos para un solo jugador dominan fácilmente. Las experiencias narrativas profundas no solo venden bien, sino que son la razón por la cual muchos jugadores eligen la plataforma de PlayStation sobre otras. Las franquicias emblemáticas y las nuevas IP que se enfocan en contar historias y brindar experiencias completas desde el primer momento siempre han sido el núcleo de la estrategia de PlayStation, y es ahí donde deberían mantenerse.
Las señales de advertencia en Bungie
Otro ejemplo revelador es el caso de Bungie, un estudio que debería haber sido el estandarte de la apuesta de Sony por los servicios en vivo. En lugar de eso, los despidos recientes en Bungie y las malas ventas de la última expansión de Destiny 2 muestran que incluso los estudios más establecidos en este tipo de modelo de negocio están enfrentando dificultades. El despido del 17% de la fuerza laboral de Bungie no es solo una señal de problemas financieros, sino una clara advertencia de que Sony tal vez ha sobrevalorado el potencial de los juegos como servicio.
La adquisición de Bungie en 2021 por $3.6 mil millones parecía una jugada prometedora, pero los recientes acontecimientos sugieren que esta compra no ha rendido los frutos esperados. Esta situación debería hacer que Sony reflexione sobre el verdadero costo de intentar sostener una estrategia basada en juegos como servicio, especialmente cuando los signos de agotamiento ya son evidentes.
¿Qué sigue para PlayStation?
Está claro que PlayStation debe tomar una decisión estratégica. Mientras que la compañía todavía tiene varios juegos de servicio en vivo en desarrollo, como Fairgame$ y Horizon Online, la pregunta sigue siendo si es prudente seguir apostando por este modelo de negocio en lugar de centrarse completamente en lo que les ha traído éxito: juegos narrativos y experiencias para un solo jugador. La presión interna para seguir desarrollando juegos de servicio en vivo sigue siendo alta, pero después del fracaso de Concord, Sony debería estar reconsiderando seriamente sus prioridades.
El futuro de PlayStation podría depender de su capacidad para reconocer que la burbuja de los servicios en vivo está colapsando. Las grandes apuestas en estos juegos rara vez resultan en éxitos sostenibles, y el público sigue buscando experiencias de juego que puedan disfrutar de manera independiente, sin necesidad de conectarse constantemente a servidores.
Volver a sus raíces no solo garantizaría que PlayStation continúe siendo relevante en el mercado, sino que también consolidaría su posición como el líder indiscutible en la creación de juegos que no solo venden, sino que definen generaciones de jugadores. Si bien algunos títulos de servicio en vivo pueden seguir funcionando, la verdadera fortaleza de PlayStation radica en su habilidad para ofrecer experiencias inolvidables y únicas que solo ellos pueden crear.
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