En un giro inesperado, se ha revelado que Microsoft ha estado debatiendo internamente sobre la posibilidad de llevar futuros títulos de la popular serie Call of Duty a su servicio de suscripción, Game Pass. Este debate ha generado preocupaciones sobre cómo esto podría afectar los ingresos tradicionales de la franquicia.
El cierre reciente de estudios como Tango Gameworks, Arkane Austin y Alpha Dog Studios, junto con la integración de Roundhouse Studios en ZeniMax Online Studios, ha sacudido a la industria del gaming. Este movimiento ha generado incertidumbre, especialmente considerando los despidos que se produjeron a principios de año en estos estudios.
Según Tom Warren de The Verge, este debate ha estado en marcha “internamente desde hace bastante tiempo”. La principal preocupación radica en que la inclusión de Call of Duty en Game Pass podría socavar los ingresos que normalmente genera un nuevo lanzamiento de la serie. Un ejemplo claro de esto es Call of Duty: Modern Warfare 3, que continúa manteniendo un buen rendimiento en las listas de ventas y probablemente ha contribuido significativamente a los ingresos de juegos de Microsoft en el último trimestre fiscal.
Además, se rumorea que Microsoft está considerando otro aumento en el precio de Game Pass Ultimate. Aunque estas son solo consideraciones, podrían tener un impacto en la disponibilidad de futuros títulos de Call of Duty en “la mayoría de las versiones” de Game Pass. Esto sugiere que es posible que estos juegos no estén disponibles en Xbox Game Pass Core, similar a lo que sucede con Diablo 4.
El Xbox Games Showcase de Microsoft está programado para el 9 de junio, donde se espera que se revele el próximo título de la serie Call of Duty, supuestamente Call of Duty Black Ops: Gulf War desarrollado por Treyarch. Mientras tanto, estaremos atentos a más actualizaciones sobre esta situación en evolución.
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