La semana pasada, el colectivo identificado como Mogilevich emitió un comunicado en su plataforma de ‘filtración’ en la red oscura, revelando detalles acerca de su presunto acceso no autorizado a los sistemas de la empresa Fortnite y Epic Games Store. En su declaración, exigieron un pago en criptomonedas para no hacer pública la información obtenida.
El grupo declaró haber accedido a una variedad de datos, incluidos correos electrónicos, contraseñas, nombres completos, información de pago, código fuente y otros datos, con un tamaño total de 189 GB. Sin embargo, no se sabe si la información proviene de perfiles de empleados, jugadores o de ambos grupos.
A diferencia de lo que ocurrió cuando el grupo Rhysida pirateó a Insomniac Games a finales de 2023, en esta ocasión, Mogilevich no pudo proporcionar pruebas concretas de que realmente había logrado piratear con éxito a Epic Games.
Posteriormente, Epic Games envió un comunicado en el que indicaba que estaban investigando la situación, pero que hasta el momento no hay pruebas que respalden la veracidad de estas afirmaciones de Mogilevich.
El sitio web Cyberdaily expuso el plan del grupo al acceder al enlace proporcionado como prueba del hackeo. En lugar de descubrir datos de Epic Games, encontraron un mensaje de un portavoz de Mogilevich identificado como Pogo. En sus declaraciones, expuso que su grupo no se dedicaba al ransomware ni la venta de datos obtenidos de manera ilegal, sino que comercializaban herramientas y software de piratería falsificados a otros delincuentes cibernéticos para defraudarlos y despojarlos de su dinero. Además, Pogo presumió que habían logrado vender su infraestructura de ransomware falsa a ocho compradores piratas informáticos, quienes les habían pagado una cantidad superior al precio original.
En un comunicado, Pongo, afirmó que la revelación tenía el propósito de ilustrar el proceso de su estafa. También señaló que no se consideraban hackers, sino más bien “genios criminales”, si es que se les podía llamar así. Esta declaración sugiere que el grupo quería destacar la complejidad y audacia de su enfoque delictivo, distanciándose de la imagen tradicional de los hackers para retratarse a sí mismos como maestros criminales.
Según señala Cyber Daily, esta nueva justificación planteada por el grupo también podría ser cuestionable, lo que genera incertidumbre sobre sus verdaderas intenciones. A pesar de ello, lo que parece confirmarse es que, en última instancia, los datos de Epic no fueron comprometidos por este grupo.
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