A pesar de la reciente caída en las acciones de Nintendo en el mercado japonés, provocada por los informes que sugieren un posible lanzamiento del sucesor del Switch en el primer trimestre de 2025, los analistas mantienen una postura tranquila y optimista. Aunque esta noticia ha generado cierta incertidumbre entre los inversores, se espera que Nintendo realice un anuncio oficial en algún momento, lo que podría aclarar la situación y proporcionar una perspectiva más clara sobre el futuro de la empresa en el mercado de las consolas de videojuegos.
La semana pasada, el periodista brasileño Pedro Henrique Lutti Lippe presentó un informe respaldado posteriormente por fuentes de VGC, sugiriendo un cambio en los planes de lanzamiento de la próxima consola de Nintendo. Según este informe, Nintendo habría comunicado a los editores que su próxima consola se lanzaría en el primer trimestre de 2025, en lugar de a finales de 2024 como se especulaba previamente.
La reacción en el mercado fue inmediata: los precios de las acciones de la compañía cayeron en la Bolsa de Tokio registrando una disminución de hasta un 8.8% antes de estabilizarse en una pérdida total de valor del 5.8%.
Es importante destacar que las acciones de la compañía habían alcanzado un máximo histórico de 8,874 yenes (equivalente a 59 dólares) la semana anterior, impulsadas por la creciente expectativa en torno al sucesor del Switch. Sin embargo, en el momento de escribir este artículo, han retrocedido a 8,410 yenes (alrededor de 56 dólares). Aunque este valor sigue siendo elevado según los estándares de la compañía, representa un descenso notable.
Según Mio Kato, analista de LightStream Research, es probable que la tendencia a la baja continúe si se confirma el retraso en el lanzamiento de la próxima consola, lo que podría resultar en una línea de software débil para este año también.
Kato señala que hay una cantidad significativa de nuevos compradores de Nintendo que pueden estar menos familiarizados con la marca y que podrían estar más impacientes por ver resultados tangibles de la compañía. Además, advierte que si el software clave se retrasa al mismo tiempo que el hardware actual envejece, las cifras de Nintendo para el año fiscal que termina en marzo de 2025 podrían reflejar un escenario desfavorable.
No obstante, Robin Zhu, analista de Bernstein, ofrece un punto de vista tranquilizador en el artículo, sugiriendo que la caída en el valor de las acciones es una oportunidad favorable para que los inversores adquieran acciones de la compañía, especialmente considerando que el anuncio de Nintendo sobre su próximo hardware aún está pendiente.
De acuerdo con las fuentes, recientemente se comunicó a las empresas de juegos de terceros sobre un retraso interno en el calendario de lanzamiento de la próxima generación de Nintendo, posponiéndose desde finales de 2024 hasta principios del año siguiente.
Una fuente editorial especuló que el retraso en el lanzamiento podría deberse a que Nintendo está trabajando en desarrollar un software propio más potente para la próxima consola.
Este retraso podría indicar que la próxima consola de Nintendo seguirá una línea de tiempo similar a la Switch. Recordemos que la Switch fue lanzada en marzo de 2017, pero fue anunciada el año anterior, en octubre de 2016.
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