Microsoft ha emitido una respuesta detallada a las preocupaciones planteadas por la Comisión Federal de Comercio (FTC) de los Estados Unidos con respecto a los recientes despidos masivos anunciados en su división de juegos, específicamente en relación con la adquisición de Activision Blizzard. La FTC había expresado su inquietud de que estos despidos contradecían las garantías previamente ofrecidas por Microsoft en el tribunal sobre cómo manejaría Xbox después de la fusión.
La polémica surgió en enero cuando Microsoft anunció planes para recortar 1.900 empleos en sus divisiones de Xbox, Bethesda y Activision Blizzard, lo que representaba aproximadamente el 8% de su fuerza laboral de 22.000 empleados en la industria de los juegos. La FTC argumentó ante el 9º Tribunal de Apelaciones de EE. UU. que estos despidos eran inconsistentes con las afirmaciones de Microsoft de que las dos compañías operarían de manera independiente después de la fusión.
En respuesta a las preocupaciones planteadas por la FTC, los abogados de Microsoft han presentado un extenso argumento refutando que sus acciones contradigan las declaraciones anteriores. Según ellos, las afirmaciones de la FTC son “incompletas y engañosas”. Argumentan que Activision Blizzard ya estaba planeando despidos significativos incluso antes de la adquisición por parte de Microsoft, señalando que estos recortes de empleos eran consistentes con las tendencias más amplias en la industria de los juegos.
Además, la respuesta de Microsoft aborda los cambios significativos en el acuerdo desde que la FTC presentó sus preocupaciones. Se señala que Microsoft fue requerido por la autoridad de competencia del Reino Unido para reestructurar la adquisición a nivel mundial, lo que resultó en la pérdida de los derechos de transmisión en la nube de los juegos de Activision Blizzard en los Estados Unidos. Este punto subraya la complejidad y los múltiples factores en juego en transacciones comerciales de esta magnitud.
Otro punto destacado en la respuesta de Microsoft es un acuerdo vinculante entre Sony y Microsoft para mantener Call of Duty en PlayStation, con términos aún mejores que los acuerdos anteriores de Sony. Esto muestra cómo las relaciones y las negociaciones entre las principales partes interesadas pueden influir en el resultado final de una adquisición.
Los efectos de los despidos de Microsoft se han sentido en varios estudios de Activision Blizzard, como Sledgehammer Games, Toys for Bob y Blizzard. Por ejemplo, se informa que el estudio de World of Warcraft canceló un juego de supervivencia sin título, lo que resultó en el despido de más de 100 empleados que estaban trabajando en el proyecto. Estos casos individuales ponen de relieve las repercusiones reales que tienen las decisiones corporativas en la vida de los empleados y en los proyectos en curso.
Esta situación plantea preguntas profundas sobre la gestión de la fuerza laboral en la industria de los juegos y cómo las decisiones corporativas pueden afectar a los individuos y a la industria en su conjunto. También destaca la complejidad inherente a las fusiones y adquisiciones en un mercado en constante cambio y las implicaciones legales y regulatorias que acompañan a tales transacciones. En última instancia, la respuesta de Microsoft a las preocupaciones de la FTC plantea importantes cuestiones sobre la transparencia y la responsabilidad en el mundo empresarial contemporáneo. La transparencia y la responsabilidad son valores fundamentales que deben ser prioritarios para las empresas, especialmente en un entorno empresarial tan dinámico y competitivo como el de la industria de los juegos.
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