En un sorprendente giro de los acontecimientos, Naughty Dog, el estudio detrás del exitoso juego The Last of Us Part 2, reveló en un nuevo documental llamado “Grounded II” detalles fascinantes sobre los orígenes del juego, incluyendo una versión inicial que se ideó como un mundo abierto inspirado en el aclamado Bloodborne.
El codirector del juego, Anthony Newman, compartió durante el documental que durante los primeros meses del desarrollo, el equipo tenía la ambiciosa visión de transformar The Last of Us Part 2 en un vasto mundo abierto, tomando inspiración de Bloodborne, otro título destacado de FromSoftware conocido por su desafiante combate y su atmósfera oscura.
“Durante los primeros cuatro o cinco meses, el juego era en realidad una especie de mundo abierto inspirado en Bloodborne. Fue un combate puramente cuerpo a cuerpo, cuerpo a cuerpo”, reveló Newman. Este enfoque inicial buscaba ofrecer una experiencia de juego intensa y desafiante, similar a la que los fanáticos de Bloodborne habían llegado a amar.
Emilia Schatz, diseñadora principal del juego, profundizó en la inspiración detrás de este cambio de dirección. Explicó que el equipo estaba fascinado por la sensación de dominio sobre el mundo que ofrecía Bloodborne a medida que explorabas sus vastos y peligrosos escenarios. “Me gusta mucho esa sensación de que tienes dominio sobre el mundo. Comienza a convertirse casi en un personaje del juego mismo. Y eso también era algo que estábamos analizando”, compartió Schatz.
A medida que el desarrollo avanzaba, el equipo de Naughty Dog se dio cuenta de que esta visión inicial de un mundo abierto no encajaba con la historia que querían contar en The Last of Us Part 2. Schatz añadió: “Comenzamos haciéndolo lo más humanamente posible desde el primer juego como pudimos, y luego lo reducimos. La idea de un entorno de mundo abierto no se alineó adecuadamente con la narrativa que estábamos tratando de desarrollar”.
Esta revelación proporciona una visión única de los desafíos y decisiones que los desarrolladores enfrentaron durante el proceso creativo del juego. Mientras que la idea de un mundo abierto inspirado en Bloodborne podría haber sido emocionante para algunos fanáticos, la prioridad del equipo era contar una historia impactante y coherente dentro del universo de The Last of Us.
En el mismo documental, el director creativo Neil Druckmann compartió sus pensamientos sobre el futuro de la franquicia. Aunque admitió no tener una historia específica para un tercer juego, reveló tener un concepto en mente que le emociona tanto como las dos entregas anteriores.
“No poseo una trama específica en este momento, pero cuento con esa idea. Para mí, resulta igual de emocionante que la primera entrega, tan cautivador como la segunda; es algo singular pero con una conexión fundamental entre las tres entregas. Así que parece que probablemente haya un capítulo más en esta historia”, expresó Druckmann.
Estas declaraciones han dejado a los fanáticos especulando sobre el futuro de la serie, ansiosos por descubrir qué giros de la trama y desafíos emocionales les esperan en una posible tercera entrega de The Last of Us. Mientras tanto, la revelación del enfoque inicial del juego como mundo abierto inspirado en Bloodborne seguramente proporcionará a los jugadores una nueva perspectiva sobre el viaje creativo detrás de uno de los juegos más impactantes de la última década.
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