En una decisión que ha generado sorpresa y preocupación en la industria de los videojuegos, Phil Spencer, jefe de juegos de Microsoft, confirmó que la empresa llevará a cabo un recorte de personal que afectará a 1.900 empleados en las divisiones de Xbox, Bethesda y Activision Blizzard.
La noticia llega poco después de que Microsoft completara la adquisición de Activision Blizzard por la asombrosa suma de 69 mil millones de dólares, convirtiéndose en una de las mayores operaciones en la historia de la industria del entretenimiento digital. Esta adquisición, que incluye nombres destacados como Call of Duty, ha sido motivo de especulación y debate desde su anuncio, y ahora se materializa en una reestructuración que impactará significativamente en los equipos de trabajo.
El anuncio fue comunicado a través de un mensaje interno enviado a los empleados. En el mensaje, Phil Spencer expresó que Microsoft brindará “apoyo total a quienes se vean afectados durante la transición, incluidas las indemnizaciones por despido informadas por las leyes laborales locales”. Este gesto busca aliviar, al menos en parte, el impacto que este recorte tendrá en los profesionales de la industria.
La decisión, según Spencer, fue el resultado de un proceso en el cual los equipos de liderazgo de Microsoft y Activision Blizzard trabajaron en conjunto para establecer prioridades, identificar áreas de superposición y asegurar que todos estén alineados en las mejores oportunidades de crecimiento. La meta declarada es crear una estructura de costos sostenible que respalde el crecimiento del negocio en el futuro.
El jefe de juegos de Microsoft, en el correo electrónico enviado a los empleados, expresó: “Como parte de este proceso, hemos tomado la dolorosa decisión de reducir el tamaño de nuestra fuerza laboral de juego en aproximadamente 1.900 roles de las 22.000 personas de nuestro equipo“. Aseguró que el equipo de liderazgo está comprometido a manejar este proceso de la manera más cuidadosa posible.
La industria de los videojuegos ha experimentado una serie de desafíos en los últimos años, y los despidos en el sector no son ajenos a esta realidad. En 2023, se estimaron alrededor de 9.000 despidos en la industria, según informes. Esta tendencia parece continuar en 2024, siendo un reflejo de los desafíos económicos y competitivos que enfrentan las empresas de juegos.
Una encuesta realizada por la Game Developers Conference (GDC) arrojó que aproximadamente un tercio de los desarrolladores de videojuegos se vieron afectados por despidos en sus lugares de trabajo durante un período de 12 meses. Del total de 3.000 desarrolladores encuestados, el 35% informó haber experimentado despidos: el 7% fue despedido personalmente, el 17% indicó que colegas de su departamento fueron despedidos, y el 11% mencionó que otros equipos o departamentos tuvieron despidos.
La noticia de los recortes en Microsoft agrega un nuevo capítulo a la conversación sobre la estabilidad laboral en la industria del entretenimiento digital. Los afectados, que desempeñaron roles clave en el éxito de Activision Blizzard, ZeniMax y los equipos de Xbox, ahora enfrentan la incertidumbre del futuro laboral.
Phil Spencer concluyó su mensaje mirando hacia el futuro, asegurando que Microsoft continuará invirtiendo en áreas que impulsen el crecimiento del negocio y respalden la estrategia de llevar más juegos a más jugadores en todo el mundo. Aunque este sea un momento difícil para el equipo, expresó su confianza en la capacidad del mismo para seguir creando experiencias únicas que unan a los jugadores.
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